Ir a terapia ha sido uno de los mejores regalos que me he podido hacer a mí mismo. El estar bien con uno mismo, ser quien eres, saber gestionar tus emociones y aprender de ellas, ser tu propio apoyo… Es para mí de las mejores inversiones que puedes hacer. Cambiar las gafas con las que ves el mundo y a ti mismo, no tiene precio. Tu salud mental y tu bienestar no son cosas secundarias.
Ir a terapia ha sido uno de los mejores regalos que me he podido hacer a mí mismo. El estar bien con uno mismo, ser quien eres, saber gestionar tus emociones y aprender de ellas, ser tu propio apoyo… Es para mí de las mejores inversiones que puedes hacer. Cambiar las gafas con las que ves el mundo y a ti mismo, no tiene precio. Tu salud mental y tu bienestar no son cosas secundarias.
Aprender a ser compasiva con una misma, desprenderse de la culpa, aprender sobre distorsiones cognitivas, aprender sobre emociones, gestionar mejor las situaciones frágiles que te ocurran en la vida, trabajar la ansiedad, aprender a no luchar contigo misma en determinadas situaciones y a quererte a ti misma de una forma sana, aprender nuevos hábitos para poder desprenderte de aquellos patrones que te generen toxicidad (tanto con los demás como contigo misma).
Le diría que es la forma de sanar que tiene la mente. Al igual que un traumatólogo cura los dolores de huesos por qué no recibir ayuda para sentirse mejor con uno mismo y los asuntos que no se puedan gestionar en la cabeza.
Sentirse agotadx mentalmente, estresadx o sobrepasadx con temas de trabajo, sociales o familiares; dar demasiado a cambio de nada en tus relaciones; no saber poner límites… son cosas que para mi eran el día a día y que me hacían sentir ansiedad. Desde la primera sesión, la terapia me ha ayudado a tener control sobre mis emociones y mi vida cuando me parecía imposible. Si tú también estás en la misma situación en la que yo estaba y sientes que no puedes más, da el paso, solo vas a mejorar, a enterarte mejor y a quererte mucho más.
Cuando encontré a Irene, ya había estado con otros dos psicólogos sin muchos resultados, por lo que iba un poco desesperanzada. Sin embargo como se suele decir: a la tercera va la vencida. No podría estar más contenta con la labor que desempeña Irene, hace muchos ejercicios diferentes que te ayudan desde el primer momento y es muy fácil contarle todo, sintiéndote siempre acompañada y nunca judgada. Noto cómo he mejorado y lo sigo haciendo poco a poco. Un 10 de 10!
